Concepto y epidemiología
El trasplante alogénico de células hematopoyéticas (Alo-TPH) es un tratamiento potencialmente curativo de diversas neoplasias hematológicas malignas. Una complicación grave y habitual que puede limitar el éxito de un Alo-TPH es la enfermedad de injerto contra receptor (EICR), siendo hoy en día una de las complicaciones más graves del trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH)1. A pesar de los avances en la selección de donantes, en la prevención y en el tratamiento de esta complicación, todavía un número muy significativo de pacientes sufren a corto plazo (EICR aguda [EICRa]) o a largo (EICR crónica [EICRc]) esta enfermedad tras el TPH, la cual se asocia a un mayor riesgo de fallecer y a un impacto brutal en la calidad de vida de los largos supervivientes2. La EICR tiene una incidencia variable del 10-60%, dependiendo de la presencia de factores de riesgo. Su diagnóstico es fundamentalmente clínico y con frecuencia es de exclusión3.
La EICR ocurre cuando células T inmunocompetentes del donante reconocen al receptor como extraño y desencadenan una respuesta inmune hacia aquellas células portadoras de antígeno alogénico con la subsecuente destrucción de tejidos del receptor4. El desarrollo de la EICR se traduce en daños en tejidos y órganos, exponiendo al paciente a un mayor riesgo de morbimortalidad5.
La EICR representa la tercera causa de muerte tras un TPH de donante emparentado, afectando a un 10% de los receptores. La primera de las causas de muerte es la en-fermedad primaria subyacente y la segunda la presencia de infecciones6.
Históricamente se ha diferenciado la EICRa de la EICRc según un criterio temporal (aparición dentro de los primeros 100 días postrasplante); sin embargo, es bien conocido que los signos de EICRa y EICRc pueden ocurrir fuera de estos períodos designados3,7,8.
Los pacientes con EICR se subclasifican según el momento de presentación y las características presentes (Figura 1)9:
a) EICRa clásica: signos y/o síntomas característicos de EICRa que aparecen dentro de los 100 días posteriores al trasplante en ausencia de características diagnósticas y distintivas de la EICRc
b) EICRa persistente, recurrente y de inicio tardío: signos y/o síntomas característicos de EICRa que aparecen a más de 100 días después del TPH. Las características diagnósticas y distintivas de la EICRc están ausentes.
c) EICRc clásica: están presentes las características diagnósticas y distintivas de la EICRc independientemente del tiempo postrasplante. El paciente no presenta datos de EICRa.
d) Síndrome de solapamiento: coexisten características de EICRc y EICRa, independientemente del tiempo postrasplante.
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